A pesar de las distintas tensiones y demandas hacia las democracias de América Latina, sea en términos de los resultados, de la performance de los gobiernos, como por los canales de participación e incidencia de la sociedad civil en la cosa pública, el hecho de poder celebrar elecciones, se ha transformado en un pilar inquebrantable –y saludable- de los regímenes políticos latinoamericanos, al menos de los últimos 30 años.
Las elecciones son percibidas como un instrumento que los ciudadanos consideran importante para poder incidir y modificar el entorno en el que viven. De hecho, si se toman en consideración los datos de Latinobarómetro (2015), el 60,6% de los encuestados en toda la región latinoamericana manifiesta que el modo en el cual uno vota puede influenciar el futuro. Sin embargo, más allá de esta creencia, se mantiene la crisis de representación de la ciudadanía en general para con los representantes, ya que más del 70% manifiesta no sentirse representado por el Poder Legislativo de su país, y casi el 64% sostiene lo mismo respecto al Gobierno.
En este marco, Asuntos del Sur y el Grupo de Investigación en Ciencia Política “Coaliciones políticas en América Latina: análisis en perspectiva multinivel”, de la Universidad de Buenos Aires (Argentina), hemos decidido materializar un vínculo estratégico con el objetivo de sistematizar la información sobre cada una de las elecciones que se desarrollarán en 2017 en la región, analizando el contexto político e institucional del país en cuestión y poniendo de relieve aquello qué está en juego en cada una de ellas (legislativas o ejecutivas; nacionales, provinciales/estaduales). Esta información servirá al público interesado para tener un panorama general previo al acto electoral, que irá luego acompañado por un análisis de lo que las elecciones dejaron, una vez obtenidos los resultados finales.
En este sentido, nuestra intención es producir y difundir información de calidad sobre los procesos electorales de la región, y contribuir a dotar de contenido los debates políticos en nuestras democracias, que decididamente no se agotan con el proceso electoral, pero que sin éste perderían todo sentido.
Este vínculo estratégico nace en un momento en el que el panorama político-electoral de América Latina se encuentra en proceso de cambio. Luego de casi una década y media en la que gran parte de los países de la región presentaba -con diversos matices y especificidades- gobiernos de corte progresista, en los últimos dos años pareciera que el “giro a la izquierda” viró en sentido contrario. Este año será, así, una suerte de “pre-estreno” de lo que vendrá en el 2018, cuando se votará a presidente en seis Estados de la región, alguno de los cuales fueron sus verdaderos baluartes, como Brasil y Venezuela. Sin embargo, el 2017, que tiene solo tres elecciones presidenciales, tendrá momentos claves para la región, como la definición del jefe de gobierno en Ecuador y Chile, o las legislativas en Argentina.
De hecho, el año electoral latinoamericano comenzó justamente con las elecciones para suceder a Rafael Correa y elegir representantes para la Asamblea Nacional. En esta elección presidencial, ningún candidato pudo garantizarse la cantidad de votos necesaria para ganar en primera vuelta, por lo que el oficialista Lenin Moreno (39,35%) y el opositor Guillermo Lasso (28,1%), quedaron como los dos candidatos a disputarse la segunda vuelta, que será el próximo 2 de abril. Será un momento crucial para el país y la región, dado que una victoria de Moreno significaría mantener un bastión importante del progresismo regional, mientras que una victoria de Lasso reafirmaría la voluntad de un cambio de signo -ideológico, pero sobre todo de contenido de políticas- al frente de los gobiernos de la región. En lo que respecta a los resultados legislativos, la oficialista Alianza País mantendría la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, ya que, según resultados parciales de la CNE, detentaría entre 72 y 75 bancas de 137.
Las otras dos elecciones para definir presidencias en América Latina tendrán lugar en Honduras y Chile. En el primer caso, se desarrollarán las elecciones primarias el 12 de marzo, y luego el 26 de noviembre será el turno de las generales, en las que se votarán para presidente, diputados nacionales, diputados del Parlamento Centroamericano, alcaldes y concejales. En cuanto a Chile, el 17 de noviembre se realizará la elección para definir la presidencia y los legisladores para el período 2018-2022, en donde pareciera perfilarse la disputa entre dos ex presidentes: Ricardo Lagos y Sebastián Pinera.
Junto a las tres mencionadas elecciones, en este 2017 será importante lo que ocurra con elecciones legislativas en Argentina, en las cuales el oficialismo se juega una importante apuesta: si la coalición Cambiemos resultase victoriosa, se le allanaría el camino para terminar con cierta holgura su mandato y plantarse con mayor fuerza de cara a las elecciones del 2019, mientras que una derrota –a manos del Partido Justicialista, en sus distintas expresiones– volvería considerablemente complicada la gobernabilidad de corto plazo para el oficialismo.
Por último, aunque no por ello menos importante, este año también presenta citas electorales en México y en Bolivia. En el país azteca, el 4 de junio habrá elecciones en cuatro Estados: Veracruz, donde se decidirá el futuro político de 212 municipios; México, que elige gobernador; Nayarit, donde además de la gobernación están en juego 20 municipios y 30 diputados al Congreso estatal; y Coahuila que, como en el caso anterior, define gobernador, 38 municipios y 25 diputados estaduales. En el caso boliviano, en noviembre se desarrollarán comicios jurisdiccionales, en los que se elegirán nuevos miembros del Tribunal Constitucional Plurinacional, así como también para el Tribunal Supremo de Justicia, para el Tribunal Agroambiental y para el Consejo de la Magistratura.
Como se ve, el panorama político de la región se presenta desafiante en términos analíticos. Las elecciones serán varias. Los resultados diversos. Los datos disponibles, muchos. Esta alianza estratégica espera poder brindar los elementos suficientes para comprender de manera más acabada el panorama político local y regional. Desde AdS y @CoalicionesGICP los invitamos a sumarse leyendo, comentando y difundiendo los análisis.
Las puertas están abiertas. De elecciones vivimos.